El actor encarnará al célebre personaje creado por Scott Fitzgerald, bajo la dirección del australiano Baz Luhrmann.
La gorra blanca de golfista de los años de 1920, el Rolls Royce amarillo descapotable impoluto que luego quedará manchado de sangre, las grandes casas de fin de semana de Long Island, el reflejo sobre el agua de las enormes piscinas y los estanques casi versallescos.
Y bajo la gorra, detrás del volante del Royce, la cara de Leonardo DiCaprio.El año que viene volverá a la pantalla grande El gran Gatsby, y será la cuarta vez que la formidable novela de Francis Scott Fitzgerald se adapte al cine, desde aquella primera vez en 1926, una cinta que hoy se encuentra desaparecida de los registros del cine estadounidense. DiCaprio será entonces el protagonista de un ícono del cine y también de la moda que se viene el año próximo.
Según el diario australiano Sydney Morning Herald, el rodaje comenzará el próximo setiembre en la provincia de Nueva Gales del Sur, Australia. No es casual la elección. El director del filme es Baz Luhrmann, nacido en ese país y resposable entre otras películas de Moulin Rouge y Australia. Además, Luhrmann es el productor y el guionista.
El peso del personaje
Jay Gatsby, el multimillonario que amasa una fortuna conseguida de manera bastante oscura en esos turbios años de la Ley Seca, se ha transformado con el paso de las décadas en un estándar actoral de respeto, una especie de personaje shakespereano del siglo XX cuya interpretación –de ser exitosa– implica una importante subida en el escalón actoral, un personaje con el peso de los clásicos.
Los precedentes arrancan en 1926 con un ignoto Warren Baxter en el papel del millonario, un año después de que se publicara la novela.
En 1949, una de las estrellas del momento, Alan Ladd, representó un Gatsby atlético y rubio. Pero la impronta quedó estampada para siempre 25 años después, cuando en 1974 el protagónico de Gatsby fue para Robert Redford, acompañado entonces por la espectral cara pálida de Mia Farrow en el papel de Daisy Buchanan.
La historia se representó también para formato televisivo en 2000, para el canal de cable A&E, con Toby Stephens como Gatsby y Mira Sorvino como Daisy.
Desde entonces, la figura llena de secretos del magnate de casa palaciega y sentimientos escondidos ha estado pendiente en el éter del cine, y ahora la responsabilidad recae sobre un DiCaprio de pecho inflado que viene de ser dirigido por el mismísimo Clint Eastwood en J Edgar, una biopic sobre la vida de Edgar Hoover, el primer director de la CIA.
Lejos de la cara meliflua del transatlántico que se hundía, las actuaciones de DiCaprio han ganado en seriedad y profundidad luego de su cuarteto de éxitos junto a Martin Scorsese (Pandillas de Nueva York, El aviador, Los infiltrados y Shutter Island).
Rostro que rinde
Leonardo DiCaprio se convirtió este año en el actor mejor pagado de Hollywood al sumar ganancias por US$ 77 millones, con lo que por primera vez alcanzó el podio de los hombres más adinerados del cine estadounidense, según publica en su edición digital la revista Forbes.
Según este dato, el protagonista de Titanic logró colgarse la medalla del actor mejor pagado gracias a sus dos éxitos del pasado año, Shutter Island e Inception, que entre los dos recaudaron un total de US$ 1.200 millones. Gracias a los beneficios de esos filmes, DiCaprio saltó este año desde el puesto número cinco de la lista que elabora esa prestigiosa revista hasta el primero, con lo que arrebató el trono del más acaudalado de Hollywood a Johnny Depp, quien pasó al segundo puesto.
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